Me preocupo por la reducción de las emisiones
Estos son algunos de los principales retos a los que se enfrentan actualmente los operadores de las flotas de remolques frigoríficos:
- Reducir su huella medioambiental para satisfacer los requisitos cada vez más exigentes de sus clientes.
- Garantizar la distribución de los productos frescos en las áreas urbanas densamente pobladas donde el acceso se encuentra limitado a vehículos con un bajo nivel de emisiones y ruido.
- Conservar la flexibilidad necesaria para realizar operaciones de distribución o de largo recorrido según sea necesario.
- Realizar estos cambios sin que ello afecte al coste de funcionamiento.
El modelo SLXi Hybrid proporciona el coste total de propiedad más bajo y la huella medioambiental más pequeña a las aplicaciones de distribución y de largo recorrido.
Me preocupo por el futuro
Total acceso a las zonas restringidas
- Cada vez son más las ciudades que están restringiendo o prohibiendo la utilización de ciertos vehículos a causa del ruido y las emisiones de diésel. El modelo SLXi Hybrid garantiza el acceso actual y futuro a todos los puntos de entrega.

Rendimiento del combustible y ahorro operativo
- Es posible obtener una rentabilidad total de la inversión en un periodo de tiempo relativamente breve.
- El funcionamiento en modo híbrido puede proporcionar un ahorro de combustible considerable en comparación con el funcionamiento diésel.
- Es posible lograr un ahorro de hasta 5.000 litros de combustible al año y una reducción de las emisiones correspondiente a 13.500 kg de CO2 para cada vehículo que funciona en modo híbrido.
- Un menor número de horas de funcionamiento del motor significa un mantenimiento menos frecuente, un mayor ahorro en los costes y una vida útil del equipo ampliada.

Me preocupo por el silencio
Bajas emisiones y bajo nivel de ruido
- Nuestra solución híbrida le permite aprovechar la rentabilidad y las bajas emisiones de los motores más avanzados de las unidades tractoras sin que el rendimiento se vea comprometido.
- Las emisiones pueden llegar a reducirse en más del 90%, mientras que el ruido puede limitarse a los niveles mínimos certificados por la normativa PIEK para garantizar el acceso urbano y el confort de los conductores.
