24th julio 2018
La navegación es el método preferido por muchas empresas para el transporte de mercancías a larga distancia, pero cuando se compara con nuevas alternativas, ¿sabemos con certeza que constituye siempre la mejor opción?
El transporte marítimo tiene una buena historia que contar. Para comenzar, sigue siendo la columna vertebral del comercio global. Los trabajos y el sustento de miles de millones de personas del mundo en vías de desarrollo dependen del transporte marítimo, al igual que el nivel de vida del mundo industrializado.
He aquí las estadísticas:
- El transporte marítimo internacional es responsable del transporte de aproximadamente el 90% de las mercancías del comercio mundial.
- Existen más de 000 buques mercantes navegando por los mares, registrados en 150 naciones.
- Se estima que, en 2015, se transportaron 1.687 millones de toneladas en aproximadamente 177,6 millones de contenedores.
En otras palabras, los volúmenes del transporte marítimo son realmente importantes y, hasta la fecha, esta es la forma dominante de transporte de mercancías.
Una alternativa viable
Sin embargo, esta no es la única opción. El transporte ferroviario por sí solo está recibiendo ingentes inversiones (y una atención similar en los medios de comunicación), liderado por la iniciativa “One Belt, One Road” (Nueva Ruta de la Seda), cuyo objetivo es el de proporcionar una conectividad euroasiática mejoradamediante proyectos de grandes infraestructuras.
Un proyecto ya ha logrado algunos hitos importantes:
- El año pasado, a un tren le llevó cinco meses viajar entre el Reino Unido y China, incluido el traspaso de los contenedores a causa de las diferencias en la anchura de las vías.
- En mayo de este año, el primer tren de la “Ruta de la Seda” llegó a Amberes, en Bélgica, tras haber dejado el puerto chino de Tangshan tan solo 17 días antes.
- Ahora se estima que el tiempo de transporte ferroviario entre China y Europa en la Ruta de la Seda ferroviaria será de aproximadamente entre 14 y 18 días para los trenes bloquey de entre 18 y 21 días para los envíos de contenedores individuales.
Sin embargo, la velocidad no es el único factor a tener en cuenta. Al igual que sucede con cualquier modo de transporte, el transporte marítimo conlleva una serie de pros y contrasque es necesario considerar a la hora de tomar la decisión final.
Las ventajas del transporte marítimo
En primer lugar, vamos a analizar los importantes pros de transportar las cargas por alta mar:
El tamaño: Es obvio que el transporte marítimo resulta ideal para transportar cargas grandes y voluminosas. Piense, por ejemplo, en contenedores repletos de la última cosecha de plátanos; en este caso, los compartimentos refrigerados son, generalmente, la opción más económica para transportarlos a larga distancia.
El coste: El transporte de la carga por mar también resulta más económico cuando se compara con el transporte aéreo, por ferrocarril o por carretera (un estudio sugiere que el transporte marítimo puede ser 2.000 dólares más barato por contenedor que el transporte por ferrocarril), además de resultar también más barato en términos de mantenimiento.
El riesgo: Con frecuencia, el transporte marítimo viene al rescate cuando el transporte por ferrocarril o por carretera se ve interrumpido por desastres naturales, como inundaciones, o por fuertes nevadas, entre otras causas.
El ruido: Aparte del ruido sordo de sus motores, los barcos son prácticamente silenciosos en sus recorridos por los océanos y producen mucha menos contaminación acústica que los modos alternativos.
La seguridad: Los naufragios o encallamientos de barcos pueden ser acontecimientos que aparecen en las noticias, pero el hecho es que estos aparatosos accidentes ocurren en muchas menos ocasiones que los relacionados con camiones y trenes.
Las desventajas del transporte marítimo
Es evidente que seleccionar los océanos, ríos y lagos del mundo como medios de transporte ofrece numerosas ventajas. Pero, aun así, el transporte marítimo no está exento de complicaciones y existen algunas desventajas que es necesario tener en cuenta:
El tiempo: El transporte marítimo simplemente requiere más tiempo. Es evidente que esto no supone un problema para aquellos productos con unos plazos de entrega más largos, pero en el caso de los productos refrigerados, el tiempo que dura el trayecto pone de relieve la calidad y la fiabilidad de la tecnología de refrigeración utilizada.
La navegación lenta: Una actividad cada vez más popular cuyo objetivo es reducir los costes de combustible (se estima que hasta en un tercio); los cálculos sugieren que, cuando un barco reduce su velocidad en un 10%, la potencia del motor se reduce en un 27% y la energía necesaria para el viaje se reduce en un 19%.
El riesgo: Sí, el riesgo constituye tanto una ventaja como una desventaja, ya que los barcos pueden verse afectados por unas condiciones meteorológicas excepcionales (como monzones), naufragios, contenedores perdidos, etc.
La visibilidad: Cuando su carga se encuentra en alta mar, resulta realmente difícil mantener una estrecha vigilancia del progreso y del estado de la carga, a pesar de los avances en la tecnología de seguimiento.
Las aduanas: El transporte marítimo requiere una gran cantidad de documentación entre el importador, el exportador, el agente transitario, etc. para permitir la entrada en el puerto y en las vías navegables internacionales.
Consideración de todas las posibilidades
Obviamente, el transporte marítimo seguirá siendo en el futuro inmediato la mejor elección para el transporte de larga distancia de productos orgánicos, desde el azúcar y los cereales hasta las frutas y las verduras.
En el caso del transporte de productos refrigerados, la situación es muy similar, ya que los principales proveedores de tecnología, como Thermo King, siguen innovando en su línea de soluciones para el transporte marítimo.
Pero, definitivamente, el cambio ya se ve en el horizonte. Nuevos modos de transporte, en particular el ferrocarril, están empezando a ofrecer credenciales ecológicas similares a las del transporte marítimo, así como un atractivo equilibrio entre el coste y la velocidad que lo distingue netamente de los modos de transporte marítimo y aéreo.
Encuentre su ruta ideal
El mundo del comercio intermodal sigue cambiando. Mientras que en el pasado los factores clave que suponían el coste y los tiempos de entrega hacían que existiese una única opción, ahora cuenta con un abanico de alternativas para mejorar su cadena de frío.
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