31st marzo 2020
Con los retos a los que se enfrentan las soluciones intermodales, el ferrocarril está proporcionando a las empresas de logística un área de crecimiento real. Los avances en la capacidad del ferrocarril de mantener unas condiciones de temperatura precisas están impulsando este cambio, además de aportar unos beneficios significativos en materia de rendimiento y sostenibilidad.
Empecemos con una cifra: 1.051.766. Este es el total de kilómetros de vías ferroviarias que se estima que existe en todo el planeta. Compárelo con los 21 millones de kilómetros de carreteras estimados o con las vías marítimas y el espacio aéreo a escala internacional.
Se mire como se mire, las cadenas de suministro intermodales tienen mucho que ofrecer.
La intermodalidad ha visto cómo el transporte marítimo y por carretera marca el camino. Pero, recientemente, la popularidad del ferrocarril está creciendo de manera constante. Esto es especialmente cierto en el reino del transporte refrigerado, debido a los siguientes factores clave:
- Existe un número creciente de productos que ahora requieren un transporte con control de la temperatura, desde impresoras de alta tecnología hasta simples comprimidos de paracetamol.
- Las normativas están impulsando en parte este incremento, al igual que iniciativas como las prácticas correctas de distribución (GDP, Good Distribution Practices).
- Los objetivos a largo plazo dirigidos a reducir el desperdicio de alimentos (estimado en 1.300 millones de toneladas anuales) mientras se satisfacen las demandas nutricionales de una población en constante crecimiento.
Los retos intermodales
Bajo estos factores de alto nivel existe una serie de preocupaciones de naturaleza más operativa. Se trata de los retos diarios que siguen influyendo en la dirección futura de la logística intermodal y que incluyen:
La continua escasez de conductores formados
Lo que, a su vez, origina el “desplazamiento oriental” del talento, ya que los conductores de Polonia y sus alrededores se desplazan al oeste para paliar las carencias. A su vez, esta migración crea una deficiencia en Polonia, que se compensa con conductores de países como Ucrania.
El valor del ferrocarril en este caso es obvio: Un tren puede transportar 80 contenedores de remolques y solo se requieren breves viajes por carretera tras la descarga para llevar la carga a su destino final. Una ventaja que ofrece además beneficios inmediatos en materia de emisiones y de consumo de combustible.
Mayores congestiones de tráfico en las carreteras
Moscú sigue estando a la cabeza en lo relativo a los atascos en las carreteras, con Londres y París en el segundo y el tercer puesto respectivamente. Tan solo en la capital francesa, se estima que los motoristas pasan, de media, 65 horas al año retenidos en los atascos.
Tal y como ocurre con los problemas relacionados con los conductores, la capacidad del ferrocarril de transportar varios cargamentos a la vez constituye una ventaja evidente. Tomemos por ejemplo la ciudad portuaria de Amberes y su carretera de circunvalación descrita como el “centro de una telaraña de autovías de la que es imposible escapar”. A ello hay que sumar una serie de obras en las carreteras que causan aún más problemas, lo que ha llevado recientemente a las autoridades a instar a las empresas a utilizar el ferrocarril.
Una falta de confianza
Este es un problema con una especial incidencia en el sector farmacéutico. La mayoría de estos productos se transportan por carretera y por aire porque los proveedores están obsesionados por mantener unos rangos de temperatura exactos. Sin embargo, este enfoque puede resultar costoso, además de ser perjudicial para el medio ambiente.
El reto para el ferrocarril consiste en demostrar que también puede mantener las temperaturas de la carga con una precisión de 2 grados, más o menos. A medida que aparece la tecnología para conseguir que esto ocurra, un número creciente de empresas están pasando a utilizar el ferrocarril, con otras en fase de prueba.
Influencias políticas
Pueden ir desde prohibiciones de importación y exportación (por ejemplo, entre la Unión Europea y Rusia) hasta la “Belt & Road Initiative” (“Un Cinturón y Una Ruta”) en curso, que está subvencionada por el gobierno chino.
Para el ferrocarril, cualquier prohibición introduce restricciones y complejidad y, por tanto, entorpece el crecimiento. Con respecto a la iniciativa “Un Cinturón y Una Ruta”, una consideración clave es que las subvenciones existentes se acabarán en algún momento. Por tanto, el reto reside en encontrar modelos empresariales que generen beneficios sin ellas.
Dar prioridad a la innovación
Con respecto a las soluciones, también existe una serie de desarrollos tecnológicos que merece la pena mencionar y que incluyen:
- Una mayor utilización de contenedores de 14 metros (45 pies) para acomodar mejor las cargas de los remolques de carretera (generalmente, en los remolques de 12 metros [40 pies] caben 3 palets menos).
- Mejoras en el aislamiento de los remolques y en los motores de refrigeración para poder hacer frente a temperaturas ambiente extremas (tanto altas como bajas).
- Sistemas telemáticos conectados que permiten a los clientes realizar el seguimiento de las cargas por todo el mundo, supervisar sus condiciones y modificar los ajustes en caso necesario.
- Una tecnología más robusta, lo suficientemente resistente para soportar que se empuje, se ice y se arrastre dentro y fuera de los trenes.
- Nuevas estaciones de ferrocarril que permiten conducir los remolques estándar hasta el tren sin necesidad de ajustes ni intervención manual.
Una mirada al futuro
El objetivo de los recientes avances en el ferrocarril ha sido el de convertirlo en una opción más económica, práctica y fiable en el mundo del transporte intermodal. Su finalidad es la de proporcionar a las empresas de logística la confianza de saber que, aunque un conductor no se encuentre en las proximidades para gestionar de cerca las condiciones de los remolques individuales, las cargas se siguen manteniendo en óptimas condiciones.
Asimismo, están surgiendo otras tecnologías nuevas, como la cadena de bloques, que utilizan puertos muy activos como los de Róterdam y Hamburgo.
No obstante, deberíamos dar a las empresas de logística de menor tamaño el tiempo para “ponerse al día”. Como resultado, nuestra previsión es que la tecnología existente siga recibiendo la mayoría de las inversiones durante los próximos años. Se tratará de una evolución, más que de una revolución.
La asistencia que importa
Por último, deseamos destacar el papel que está desempeñando Thermo King en el campo de la logística intermodal. Nuestro requisito primordial es, simplemente, fabricar las unidades con el mejor rendimiento, más resistentes y más inteligentes posible. Algo que seguiremos haciendo con avances en los grupos electrógenos, los controles y los extras opcionales.
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