27th marzo 2019
Los días en los que era posible aplicar un enfoque único a la logística de la cadena de frío pronto podrían ser parte del pasado. Especialmente cuando se trata de entregar cargas en los centros urbanos, donde está aumentando la presión para reducir la contaminación acústica y las emisiones de los vehículos.
Se prevé que el diésel siga desempeñando un papel fundamental, pero simultáneamente será necesario contar con una cartera de tecnologías, de la híbrida a la eléctrica, que deberá complementar el diésel durante el transporte de los productos tanto de largo recorrido como en el último kilómetro.
Para lograrlo, los responsables de transporte necesitan opciones. Si las entregas urbanas deben ser ultrasilenciosas y no generar emisiones, ¿cuáles son las mejores opciones disponibles? ¿Qué normativas deberán cumplirse? ¿Y a dónde deberían destinarse las inversiones futuras para generar la mejor rentabilidad posible?
Echemos un vistazo.
Protección de los centros urbanos
Actualmente, un número creciente de autoridades municipales tienen la intención de cumplir la Directiva europea sobre la calidad del aire ambiente, que establece los objetivos para que exista un aire más limpio y un mejor ambiente para todos en las ciudades.
Por ejemplo, en mayo del año pasado, Hamburgo anunció públicamente sus planes de convertirse en la primera ciudad alemana en introducir la prohibición del diésel. Con el afán de mejorar la calidad del aire, más de dos tercios de los automóviles diésel de la ciudad no podrán acceder al centro urbano.
Un acontecimiento importante en un país famoso por su sector automovilístico, pero también donde los valores límite de dióxido de carbono se superan habitualmente en más de 80 ciudades de provincia.
Prohibiciones, pero sin un enfoque coordinado
Pero Alemania no es la única. Londres sigue siendo todo un referente, mientras que Milán introducirá una prohibición progresiva de los vehículos diesel a partir de este año, con una prohibición que impide a todos los vehículos diésel entrar en el centro urbano a partir de 2025.
Dicho esto, sigue faltando un enfoque coordinado proveniente de la Unión Europea. Con la excepción de los Países Bajos, las ciudades de todos los estados miembro parecen determinadas a crear sus propios marcos para introducir las prohibiciones del diésel y las zonas de bajas emisiones.
Limitación de las opciones
Pero ¿qué significa todo esto para las empresas de logística y de transporte? ¿Existe la posibilidad de que estas prohibiciones exijan un alejamiento inmediato del diésel? ¿O se trata de un enfoque más comedido con respecto a las inversiones?
Pues bien, las pruebas hasta la fecha apuntan a esto último.
Para empezar, está el hecho de que, mientras que los vehículos comerciales ligeros totalmente eléctricos se están introduciendo gradualmente en el mercado, el elevado coste de los camiones pesados totalmente eléctricos está demostrando ser una importante barrera para su adopción. Además, la infraestructura pública necesaria para soportar un cambio en todo el sector no parece que vaya a estar disponible en un futuro próximo.
El momento oportuno en el lugar adecuado
Teniendo esto en cuenta, se espera una evolución gradual, en la que las diferentes “tecnologías del motor” determinarán su lugar exclusivo en la cadena de suministro:
- Largo recorrido: Remolques diésel equipados con equipos frigoríficos para remolque diésel o híbridos.
- Distribución (zonas de bajas emisiones): Camiones híbridos o de GNC equipados con equipos frigoríficos híbridos o eléctricos.
- Distribución capilar (bajas emisiones + restricciones en materia de ruido): Camiones eléctricos y equipos frigoríficos eléctricos.
Por tanto, para los responsables de las flotas, la elección de un equipo diésel, híbrido o eléctrico se reducirá a la proximidad de las zonas urbanas. Pero esto no quiere decir que esta elección sea nueva, solo que los límites para cada tecnología serán más importantes y su aplicación será más estricta.
Concédase el poder de la elección
Independientemente del ritmo del cambio, las cuestiones con el diésel seguirán constituyendo un importante reto para la mayoría de las empresas de transporte. Especialmente debido a que ya existen otras normas que deben cumplir, desde las limitaciones de ruido establecidas por las normas PIEK hasta las normativas relativas a los refrigerantes.
En Thermo King, creemos que es ahí donde la innovación tiene un papel fundamental. Al introducir continuamente potentes soluciones (nuestra línea SLXi por ejemplo ya tiene instalados motores que cumplen la normativa MMNC, fase V), hemos asumido el compromiso de ayudarle a lograr la máxima capacidad.
Además, nuestra unidad totalmente eléctrica más moderna, la E-200, es testimonio de esta ambición.